Después de los problemas vividos por THQ, la crisis que azota al sector del videojuego parecía remitir un poco. Sin embargo, la siguiente afectada ha sido Codemasters, empresa conocida por sus videojuegos oficiales de F1.
La sede central de Codemasters, situada en Southam, Inglaterra, debe despedir a 80 personas debido a una reestructuración interna, aunque fuentes internas a la compañía aseguran que el número es meramente "especulativo". Un portavoz ha asegurado a Joystiq que la reestructuración no afectará a nivel general de la compañía, por lo que sus proyectos y licencias no correr ningún peligro inmediato.
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